Desde el 29 de septiembre, las primeras multas de 200.000 euros han comenzado a aplicarse tras la entrada en vigor de la nueva ley animal, que prohíbe la venta de perros, gatos y hurones en tiendas de animales y su exhibición al público.
Prohibición de la venta en tiendas de animales
La norma establece que perros, gatos y hurones solo podrán venderse a través de criadores registrados. Las tiendas donde se comercializaban anteriormente disponían de un plazo para adaptarse a la nueva ley, que finalizó el 29 de septiembre. Desde entonces, solo los criadores registrados pueden vender estos animales, mediante un certificado y entregándolos en "condiciones óptimas y con las vacunas correspondientes por edad y especie".
Multas por incumplimiento
Las tiendas que sigan vendiendo perros, gatos y hurones tras la entrada en vigor de la ley se enfrentan a multas de hasta 200.000 euros. El director general de Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, señaló que se busca el cumplimiento de la normativa, pero planteó la posibilidad de que las tiendas puedan mantener alguna "actividad complementaria".
Preocupación de los propietarios de tiendas
Los propietarios de tiendas de animales han expresado su preocupación por esta prohibición, argumentando que supondrá la pérdida de empleos. Algunos, como el dueño de una tienda en Madrid, lamentan que ya no puedan vender animales, ni siquiera indirectamente. Las tiendas también temen que la ley complique la entrega de animales a los nuevos dueños.
Control del tráfico de animales
Los expertos en protección animal coinciden en la necesidad de controlar la venta de animales, pero expresan preocupación por la economía sumergida y el tráfico de animales, especialmente desde el este de Europa. Consideran que será un desafío controlar este tipo de transacciones ilegales.