En el ámbito de la pesca en Puerto Rawson, la situación se ha tornado crítica en las últimas semanas, con un aumento notable en la conflictividad laboral. Este artículo se adentra en los recientes acontecimientos que han llevado a la empresa pesquera Makro S.A. a tomar decisiones drásticas tras la falta de acatamiento de la conciliación obligatoria por parte de algunos capitanes. La tensión en el puerto ha escalado, y las repercusiones de estos conflictos laborales son significativas tanto para los trabajadores como para la industria en su conjunto.
Conflicto laboral en el puerto de Rawson
La empresa pesquera Makro S.A., representada por su gerente de producción, Gabriel Giannotta, ha decidido enviar telegramas de despido a aquellos capitanes que no han acatado la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo. Este conflicto laboral se ha intensificado en los últimos diez días, donde la violencia y las hostilidades han sido evidentes en los muelles públicos de Rawson. La situación ha llegado a un punto crítico, donde la falta de acuerdo entre los diferentes sindicatos y la empresa ha llevado a la paralización de la flota pesquera.
El Centro de Patrones de Pesca, que no cuenta con paridad en las negociaciones, inició un paro que ha complicado aún más la situación. A pesar de que la Asociación Argentina de Capitanes (AACPyPP) había dictado una conciliación de 15 días hábiles, algunos capitanes decidieron no acatarla, lo que resultó en medidas de despido por parte de Makro S.A.
Medidas drásticas por incumplimiento
Giannotta ha expresado su frustración ante la falta de cumplimiento de la conciliación, indicando que los capitanes que participan en la huelga están obstaculizando la operación normal de la empresa. "No puedo permitir que un grupo de trabajadores impida que otros puedan trabajar", afirmó. Esta situación ha llevado a la empresa a tomar decisiones difíciles, incluyendo el despido de algunos capitanes que no se presentaron a trabajar.
El gerente de producción también señaló que intentó reemplazar a algunos capitanes, trayendo personal de Mar del Plata, pero se enfrentó a amenazas y presiones por parte de aquellos que se oponen a la actividad pesquera. Este clima de violencia ha generado un ambiente de trabajo muy tenso y complicado.
Impacto económico en la industria pesquera
La situación actual no solo afecta a los trabajadores, sino que también tiene consecuencias económicas significativas. Giannotta ha señalado que la pesca es un sector que puede ser muy rentable, pero actualmente se enfrenta a una caída en la demanda y en los precios de venta. "Los mercados internacionales no están comprando como antes, y eso afecta a todos", explicó.
En este contexto, el directivo de Makro S.A. hizo hincapié en que los capitanes que están en huelga han recibido sueldos considerables en los últimos meses, lo que hace aún más difícil justificar un aumento del 60% que están exigiendo. "No hay empresa que pueda afrontar esos porcentajes", afirmó, resaltando la tensión entre las expectativas salariales y la realidad económica del sector.
La Ley Bases y sus implicaciones
La reciente aprobación de la Ley Bases por el Congreso también ha añadido una nueva dimensión a este conflicto. Esta ley establece que un bloqueo de empresas o unidades productivas puede ser considerado un agravio laboral, lo que podría llevar a despidos por parte de las empresas afectadas. Giannotta mencionó que, a pesar de su deseo de no despedir personal, las acciones de los sindicatos han dejado a la empresa sin opciones.
La ley podría ser un recurso importante para Makro S.A. en su lucha por mantener la operatividad de sus barcos y la continuidad de su negocio. Sin embargo, el uso de esta ley también podría intensificar aún más el conflicto entre los trabajadores y la empresa, creando un ciclo de confrontación que podría ser difícil de romper.
Declaraciones de Gabriel Giannotta “Este es un sector que gana mucha guita, pero se debe respetar la ley y terminar con los aprietes.”
Perspectivas futuras
El futuro del sector pesquero en Puerto Rawson dependerá en gran medida de la capacidad de los diferentes actores involucrados para llegar a un acuerdo. La negociación y el diálogo son esenciales para evitar que la situación se agrave aún más. Además, la industria pesquera necesita adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y buscar formas de ser más competitiva.
La situación actual es un recordatorio de que la industria pesquera enfrenta desafíos tanto internos como externos, y que la cooperación entre empleadores y empleados es crucial para asegurar la viabilidad del sector a largo plazo.