En un viaje excepcional que promete redefinir la resistencia humana y el vínculo entre el hombre y el caballo, Álvaro Biderman, un audaz aventurero de 24 años, se embarca en una odisea ecuestre de cinco años y 20.000 kilómetros desde Buenos Aires hasta la bulliciosa metrópolis de Nueva York.
La travesía ecuestre de Álvaro: Una expedición transformadora
Motivado por una profunda pasión por la equitación y un inquebrantable espíritu de aventura, Álvaro ha emprendido una misión extraordinaria que trascenderá los límites físicos y mentales. Acompañado por sus tres fieles corceles criollos, El Moro, Carozo y Metemiedo, cabalgará incansablemente a través de continentes contrastantes, enfrentándose a terrenos desafiantes y culturas diversas.
Su viaje no solo está marcado por la distancia sin precedentes, sino también por un noble propósito. Álvaro planea visitar centros de equinoterapia a lo largo de su ruta, brindando alegría y terapia a personas con discapacidades a través del poder curativo de los caballos.
El vínculo entre el hombre y el caballo: Un legado de colaboración
El viaje de Álvaro rinde homenaje a la profunda conexión histórica entre los humanos y los caballos. Desde los vastos pastizales de las pampas argentinas hasta las antiguas rutas comerciales de América del Norte, los caballos han sido compañeros constantes, facilitando el transporte, la exploración y la guerra.
En su travesía, Álvaro busca reavivar este vínculo primordial y demostrar la resistencia y versatilidad de estos magníficos animales.
El itinerario de la aventura: Un viaje a través de continentes
La ruta de Álvaro abarca un mosaico de paisajes diversos, desde las verdes praderas de Argentina hasta las imponentes montañas de los Andes, las exuberantes selvas de Panamá y los desiertos áridos de México.
Su trayecto seguirá en gran medida la costa del Pacífico, brindándole la oportunidad de experimentar la rica biodiversidad y las culturas vibrantes de América del Sur, América Central y América del Norte.
El impacto ambiental: Plantando árboles para el futuro
Consciente de la importancia de preservar nuestro planeta, Álvaro se ha comprometido a plantar árboles a lo largo de su ruta. Estas plantaciones no solo compensarán las emisiones de carbono generadas por su viaje, sino que también dejarán un legado duradero para las generaciones venideras.
Cada árbol plantado simboliza la esperanza, la renovación y el cuidado del medio ambiente.
Una aventura épica en marcha: El viaje de Álvaro comienza
El 28 de julio, Álvaro inició su viaje épico desde Buenos Aires, convirtiéndose en un faro de inspiración y determinación.
Sus seguidores anticipan ansiosamente las actualizaciones de su progreso, mientras él comparte sus experiencias, desafíos y las lecciones aprendidas a lo largo del camino.
"Este viaje es más que una aventura personal", dice Álvaro. "Es una celebración de la resistencia humana, el poder de colaboración entre el hombre y el caballo, y nuestro deber de proteger nuestro planeta. Espero inspirar a otros a perseguir sus sueños y marcar una diferencia en el mundo."
- Álvaro Biderman