La llegada de los robo-taxis a las calles chinas está transformando el sector del transporte y planteando la amenaza de desempleo para los siete millones de conductores de China.
El auge de los robo-taxis
Liu Yi, un conductor de 36 años, ha visto de primera mano el impacto de los robo-taxis en Wuhan. A medida que el sector de la construcción se desacelera, los conductores de robo-taxis compiten con los vehículos sin conductor de Apollo Go, lo que hace temer una crisis en el sector. Baidu y el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información han declinado hacer comentarios sobre la situación.
China está avanzando rápidamente en las pruebas de robo-taxis, con al menos 19 ciudades que llevan a cabo operaciones de prueba. Siete ciudades han autorizado pruebas sin monitores humanos de cinco empresas líderes de la industria: Apollo Go, Pony.ai, WeRide, AutoX y SAIC Motor.
Apollo Go tiene previsto desplegar 1.000 robo-taxis en Wuhan para finales de año y operar en 100 ciudades para 2030. Pony.ai, respaldada por Toyota Motor de Japón, opera 300 robo-taxis y planea aumentar su flota a 1.000 para 2026. La compañía cree que los robo-taxis podrían alcanzar la rentabilidad sostenible en cinco años, lo que provocaría una expansión "exponencial".
Preocupaciones por el desplazamiento laboral
El avance de los robo-taxis está suscitando preocupaciones sobre el desempleo entre los conductores de robo-taxis y taxis. Los economistas y los expertos de la industria afirman que los conductores se encuentran entre los primeros trabajadores del mundo que se enfrentan a la amenaza de pérdida de empleo debido a la inteligencia artificial.
En Wuhan, los conductores de robo-taxis expresan su preocupación por los planes de Apollo Go de desplegar más vehículos, temiendo que provoque una competencia insoportable. El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información se enfrenta a la presión de equilibrar el apoyo a la innovación con la necesidad de proteger los puestos de trabajo.
El papel del gobierno
El gobierno chino está tomando medidas para apoyar el desarrollo y las pruebas de vehículos autónomos, reconociendo su potencial para impulsar la economía. En junio, Pekín anunció que autorizaría pruebas en zonas limitadas, mientras que Cantón declaró este mes que abriría sus carreteras a pruebas de conducción autónoma en toda la ciudad.
No obstante, el gobierno también es consciente de las posibles repercusiones sociales de la automatización del transporte. Los economistas advierten que el rápido desplazamiento de los conductores de robo-taxis podría provocar disturbios sociales, lo que llevaría a las autoridades a considerar la posibilidad de frenar la implementación de la tecnología.
En última instancia, el gobierno chino deberá encontrar un equilibrio entre el fomento de la innovación y la protección del bienestar de los trabajadores. La evolución de la regulación y el apoyo gubernamental será crucial para dar forma al futuro de los robo-taxis y su impacto en el mercado laboral.
Fuente: https://finance.yahoo.com/news/chinas-drivers-fret-robotaxis-pick-000230508.html